Los cultivos de cobertura son aquellos que se siembran con la finalidad de cubrir y proteger el suelo durante los periodos en los que no se cultivan los cultivos principales. Estos cultivos son importantes para mejorar la salud del suelo, evitar la erosión, controlar las malas hierbas y reducir la necesidad de fertilizantes y pesticidas. Hablaremos sobre el cultivo de cultivos de cobertura y su importancia en la agricultura sostenible.

Beneficios del cultivo de cultivos de cobertura en la agricultura sostenible

Los cultivos de cobertura son plantas que se cultivan con el fin de mejorar la calidad del suelo, aumentar su fertilidad y protegerlo de la erosión. Estos cultivos se siembran después de la cosecha de otros cultivos y antes de la siembra del siguiente cultivo principal. Los cultivos de cobertura pueden ser gramíneas o leguminosas y se eligen en función de las necesidades del suelo y del clima. Algunos ejemplos comunes de cultivos de cobertura son el trébol, la avena, el centeno y la cebada.

Esta técnica de cultivo es muy beneficiosa para la salud del suelo, ya que las raíces de las plantas protegen y nutren el suelo, mejorando su estructura y aumentando su capacidad de retener agua y nutrientes. Además, los cultivos de cobertura también ayudan a controlar la erosión del suelo al reducir la exposición al viento y la lluvia, y a prevenir la aparición de malezas que pueden competir con los cultivos principales por los nutrientes y el espacio.

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